Hola de nuevo. Hoy os voy a contar la aventura que tuvimos un grupo de amigos y yo este sábado pasado. Bueno, aventura para nosotros porque para otros no será más que un paseo... Pues como os contaba, este sábado tres amigos y yo decidimos que ibamos a hacer la subida a Tresviso. Una ruta muy conocida aquí en Cantabria, que asciende haciendo zig-zag la ladera de un monte dentro de los Picos de Europa hasta llegar al pueblo de Tresviso.
Allí que nos fuimos prontito por la mañana (bueno en realidad eran las 10:00 cuando llegamos allí), nos amarramos las botas (o lo que llevase cada uno) cogimos el camino que poco a poco en unas dos horas y media nos llevaría hasta la cima.
Al poco de empezar y cuando ya empezábamos a notar el cansancio nos encontramos a un par de chicas sentadas como en una especie de gruta que nos preguntaron si las dejábamos contarnos una cosa. Como el descanso no nos venía mal, aunque pensábamos que era una broma las escuchamos. Resulta que nos explicaron que ese día se celebraba la I Subida Popular a Tresviso organizada por el ayuntamiento del pueblo para fomentar la ruta y que al final del camino podríamos participar de una apetitosa comida popular. Animados por esta información reanudamos la subida haciendo apuestas entre risas de cual sería el menú de la jornada. El camino aunque duro pues todo subida entre piedras es precioso y lo cierto es que antes de lo que esperábamos alcanzamos el pueblo. Rápidamente nos informamos del menú que constaba de una generosa ración de patatas a la tresvisana, una cuña del famoso queso de Tresviso, pan y vino. Si a esto le añadimos las raciones de queso, cecina y chorizo que nos comimos acompañadas de unas botellas de sidra según llegamos arriba, casi podemos decir que lo más fácil hubiese sido bajar rodando. Pero no. Nos repusimos como unos campeones y empezamos con la bajada que con las piernas ya cansadas nos obligaba a tener cuidado para no caernos.
Bueno, una pasada de día que nos salió redondo con el tema de la comida esta aunque lo más chulo fue ver como éramos capaces de llegar hasta arriba además de lo impresionante de los paisajes que se van descubriendo mientras haces el recorrido. Una pena que ni Eva ni Ainhoa se animasen a subir con nosotros porque lo hubiesen disfrutado también como unas enanas.
Aquí os dejo unas fotos.
Mis compañeros de subida antes de empezar.
Un descanso en el camino.
Detalle de la subida.
Justa recompensa.
Bueno chicos espero vuestros comentarios.
